“Por más que quisiera no conseguiría reunir, después del daño y la vergüenza inflingidos, el suficiente valor para mirarle a los ojos.
¿Cómo no albergar el temor de que ese sentimiento de culpa, que permanece ligado a su recuerdo, me sometiera en el último instante, quebrantando de este modo el reducto de una fortaleza que, con toda seguridad, quedaría extinta en su presencia?
Tan inoportuna contrariedad me soliviantaría. Y encontrándome inmerso en ella despertaría a la deriva, perdiéndome al desandar lo andado. Convertido en el náufrago que, mecido por un mar de lágrimas, se debatiría intentando hacer llegar hasta él incesantes disculpas, siendo éstas como las olas, que se precipitan una tras otra en busca de la calma que anhelan encontrar en la orilla.
«¡Qué paradójico me resulta pensar que, por más que desee librarme de él, cargo con el yugo que mi condición me impone!»
«¿Por qué no me consuela saber que él, rebosante de toda bondad, acabaría por otorgarme el perdón?»
2 comentarios:
Buf, pues vaya con el sentimiento de culpa. Ser deudo de alguien con quien no quieres deudas. Lo que dejas un poco en penumbra es por qué no quiere deberle: qué teme desandar o por qué desea protegerse tras esa fortaleza.
"Por más que quisiera no conseguiría reunir, después del daño y la vergüenza inflingidos, el suficiente valor"
Yo creo que es infligidos
Bueno, esto es de la primera novela inacabada, por lo que te podría hacer una idea ;)
El pasaje es del señor de Banun y referencia a lo que ocurrió con su hija y Sionel.
En cuando al apunte, correctisimo ;)
Un abrazo. Nos leemos.
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