Estimada señorita.
Por la presente nos es grato comunicarle
que, atendiendo a la solicitud que Don Enrique Rivas Rojas, amigo y cliente de
esta nuestra casa, nos hizo el día 26 de enero del presente año en referencia a
la necesidad de encontrar una esposa para su hijo, el señorito Enrique, y un
marido para su hija, la señorita Claudia, se encuentra usted entre las
candidatas al puesto para el primer caso.
Tras un acuerdo
satisfactorio entre ambas partes, y ciñéndonos a un meticuloso perfil
facilitado por Don Enrique, comenzamos una exhaustiva búsqueda por el
territorio español.
Paso a ponerla al tanto
de los resultados:
En base a un primer
sondeo, en el que debía tenerse en cuenta la ascendencia española, el historial
académico y la edad, (algún titulo superior, a ser posible gestión de empresa,
y una edad comprendida entre 25 y 30 años) salieron a relucir más de 5.000
candidatas.
Tras comprobar el historial
médico de las aspirantes así como su entorno familiar y si contaban con
antecedentes penales o se le sabía de conductas licenciosas, el número se vio
reducido a 800.
Llegado a este punto
pasamos a cribar en base a la presencia, saber estar, y si las aspirantes
llevaban una vida sana, y el número no pasó de 180.
A partir de aquí, hilando más fino, se
comprobó si estaban afiliadas a algún partido político o profesaban la fe
cristiana, (siendo lo primero descalificador y lo segundo recomendable) y junto
con esto si estaban comprometidas formalmente, y si eran aptas para llegar al
altar como es debido. Y aquí el número se vio reducido a 8. Ocho aspirantes
entre las que se cree poder constatar, en base a la exhaustiva investigación de
nuestros detectives y el subsiguiente informe, que encajan en el perfil a la
perfección.
Lamentamos tener que
referirle que hay diversos factores en su contra para ocupar el puesto, que
paso a detallarle:
1.
Sabemos que salió a cenar con un compañero de
trabajo en un par de ocasiones. No obstante, nuestros detectives aseguran que
no es nada serio. En cualquier caso esto le resta 8 puntos.
2.
La ropa que suele vestir, sin resultar
indecorosa, no es la apropiada. Esto le restó 2 puntos más.
3.
La tercera, y ésta sí es de gravedad, puesto que
es la única condición que puso el señorito Enrique, más allá de que la
candidata tuviera buena presencia, es que no fumara. Esto le hace perder 10
puntos. Aunque ni que decir tiene que si esta supuesta relación se acabase,
cambiara de forma de vestir y dejara el tabaco recuperaría los puntos y pasaría
al segundo puesto de la lista (para optar al primero sería necesario que
terminara la carrera en curso con un notable alto, algo que en base a sus
calificaciones actuales no dudamos). Siendo ésta una posibilidad que sus
candidatas más próximas no poseen, ya que una es más baja de lo requerido por
Don Enrique, y hay antecedentes de enfermedades cardiacas en su familia; y la
otra, pese a ser de ascendencia española, su abuelo era alemán, y se sabe que
con catorce años fue detenida por hurtar varias prendas en una tienda de ropa.
Rogamos que revise el
informe anexo a esta carta, en la que viene cuantos datos tenemos de usted y
que, si la información es correcta, nos lo haga saber enviándonos un correo
electrónico: contactos@agenciadelamor.com
No podemos prometerle
nada, pero de ser la seleccionada se le comunicará por teléfono, tras lo cual
deberá personarse en nuestra oficina de su localidad en c/ Manuel Figuera N º
2, donde se procederá a un examen médico y se le dará cita para un careo con
Don Enrique.
Solo me resta
felicitarla por hallarse entre las finalistas y desearle suerte. Al tiempo,
comunicarle que el señorito Enrique arde en deseos de conocer a la que será su
futura esposa.
Presuponemos que el
saber de la iniciativa de Don Enrique y recibir semejante noticia habrá sido
para usted una muy grata sorpresa.
Nosotros creemos que sí.
Le saluda cordialmente:
Antonio Martínez López, presidente de La Corporación Cupido
* Carta ganadora del XVII Certamen Literario de Cartas de Amor Villa de Mijas
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