Crueldad es cuando con risas acrecientas el brotar de lágrimas que en mi necesidad de consuelo creí acallarías. La misma necesidad que me llevó a vencer la vergüenza que me impedía confiar en ti para enseñarte la herida de la que ahora te burlas.
¿Cómo pueden ser mis lágrimas el precio de tu alegría?
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